jueves, 30 de marzo de 2017

Proyecto

 No oyes ladrar los perros


El que lo bautizó a usted. El que le dio su nombre. A él también le tocó la mala suerte de encontrarse con usted. Desde entonces dije: “Ese no puede ser mi hijo.”


Nos han dado la tierra


Todos levantamos la cara y miramos una nube negra y pesada que pasa por encima de nuestras cabezas. Y pensamos: “Puede que sí”.

Princesas y luchadores

Yo asentí. El efecto de alegría que me había transmitido el alcohol se extinguió.

El llano en llamas

Pasaron los pájaros. Bandadas de tordos cruzaron por encima de nosotros hacia los cerros.

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